Se trata de un ensamble de arte japonés (suiseki y bonsai) del artista Hugo Zamora, y la obra de Peñalta, armonizado con un poema de la escritora mexicana Cristina Guillermo y caligrafía japonesa del artista shodo Luis Koga. Todo orbitando sobre la roca y la naturaleza. Un planteamiento del curador Fernando Gálvez de Aguinaga y que se presentará en el Centro Vlady, un espacio que se prestó maravillosamente para presentar este cruce de propuestas.